sábado, 13 de diciembre de 2008

Soy prisionero de mi personaje




En la terraza del hotel donde se hospeda esperando el show, Adán Jodorowsky nos recibe simpático y atareado en medio de los preparativos para su recital programado a la noche en una disco porteña. Es amable, y si por momentos parece bastante menor que los 29 años que tiene, en otros, luce como un experimentado rockstar. Oscila entre el joven que recién comienza en la música y el personaje que él mismo se ha creado. Igualmente hay algo en él, tal vez sea el humor que desprende el encarnar el mismo personaje ridículo que interpreta sus canciones, que hace que el tono de la charla sea, más que ameno, bastante hilarante.

¿Cómo surge esta suerte de cruce entre nombre artístico y personaje que es Adanowsky?

Antes me llamaba Adán Jodorowsky, empecé tocando con The Hell boys, que fue mi primera banda, tenía 15 o 16 años y toqué 8 ocho años con ellos. Después fui bajista para otros cantantes, pero yo quería salir a la luz, había visto a Elvis Presley, y quería liar como él y darles besos a las muchachas, entonces decidí ser cantante; pero tenía dificultades en comunicarme con la gente, abrir el corazón y la mente hacia ellos, y también recibir, estaba como bloqueado. Entonces decidí ir a México a ver un chamán, porque sabía que un psiquiatra no me podía ayudar. Él me hizo una operación chamánica, me dijo: “Vas a sentir que te vas a morir, pero no te vas a morir. ¿Lo quieres hacer?” Y yo le dije: “Sí, lo quiero hacer”, y allí comenzó una semana de magia, de locura. Estaba en mi cama, efectivamente, casi muerto, y sentí que me tronó el pecho, que se abrió, y ahí dije: “Ok, a partir de ahora tengo que cambiar de nombre, tengo que ser alguien nuevo, y a partir de ahora me voy a llamar Adanowsky”. Allí estaba en México en esa cama, me acuerdo que era en un lugar muy champa, como se dice allá, muy pobre, con los coches que pasaban, era terrible.

¿Hiciste alguna clase de ayuno?

Sí, yo solamente podía beber aceite de oliva. Y había ritos y cosas en esa especie de templo... Y cuando volví a París cambié de nombre y me decían: “Estás loco, la gente ya te conoce como Adán Jodorowsky”, y yo dije: “No estoy loco, voy a empezar de cero de nuevo”, y allí empezaron los conciertos y se llenaron más y más que antes y aprendí a dar algo y recibir algo y no ser tímido y cree el personaje de El ídolo, que tiene esa chaqueta de lentejuelas, que baila como James Brown, que besa a las muchachas como Elvis, que hace show con budú y todo eso.

Es un personaje que te resguarda de cierta timidez...

Sí, gracias a mi timidez he inventado a Adanowsky.

Y también te resguarda del peso del apellido

También, bueno, no he pensado en eliminar el apellido, pero sí, antes alguien que yo ha utilizado el apellido “Jodorowsky”, así que tenía que encontrar un nombre diferente, pero no lo he rechazado completamente, porque he dejado el “owsky”. Así que no lo rechacé, es mi nombre también.

¿Cuánto de Adanowsky hay en Adán Jodorowsky?

Todo (risas). Antes era un personaje, ahora me he convertido en ese personaje, me agarró, estoy prisionero de él ahora. Estoy obligado a tener bigotes (tiene unos muy finitos y graciosos), antes no tenía bigotes... Incorporé su gusto para vestirme, mira, tengo anillos (y muestra sus manos repletas de varios dorados y enormes). El tema es que ahora me gusta vestir así de verdad.

El personaje y tu música tienen mucho de humor. ¿El humor te resulta el catalizador de esas experiencias?

Sí, tomé todo lo que he vivido, todo lo trágico, y lo hago algo cómico, lo vuelvo alegre. Lo transformo, le pongo una historia, hago de eso una novela. No tenía ganas de contar mi sufrimiento ni deprimir a la gente. Quiero que la gente se divierta cuando escuche mi disco, entonces decidí optar por el sarcasmo.

¿Y ese personaje se creó también con ídolos tuyos de tu infancia y adolescencia?

Creo que todo cantante, canta porque tiene ídolos, de hecho yo los tengo: Little Richards, Al Green, Jerry Lee Lewis, Bowie, ACDC...

Tu escena tiene algo de Adam Green además

Sí, me lo han dicho. Él me gusta pero no me inspiré para nada en él. Yo era fanático de Tom Waits y de Michael Jackson...

Qué otras influencias reconocés: la cancón francesa, por ejemplo...

Sí, pero no me gusta la canción francesa. La buena me gusta, Gainsbourg, Jacques Dutronc o Boris Vian, pero el resto me aburre porque es intelectual y la música es algo que viene del corazón no de la cabeza, es algo que viene de las tripas. Otra fuente de inspiración fue el cine: Nino Rota que hacía la música de Fellini, las mismas películas de Fellini, Elephant man de David Lynch, Freaks de Tod Browning, Charlie Chaplin, Los hermanos Marx, Fred Astaire, y todo eso lo junté como una mezcla de cine, de imagen, pintura, Salvador Dalí también...

Todo eso sirve para la escena del show...

Sí, y para el ambiente que hay en el disco. Ahora estoy escuchando más folk que otra cosa, Neil Young o Nick Drake... pero este disco es una mezcla de todo lo que he vivido también, la muerte de mi hermano, crecer en una familia de artistas, lo místico... Y el disco cuenta una historia, habla de todos los estados anímicos de la vida de un ídolo, empieza sintiéndose mal, luego quiere ser un ídolo pero nadie lo ve, después odia la sociedad y hasta se quiere acostar con su madre, y al final se muere, pero siente que está más vivo que cuando estaba vivo y se da cuenta que todo lo que buscaba estaba ya dentro de él, que él es el universo, y así termina el disco.

¿Es el principio de una trilogía?

Sí, van a haber tres discos y Adanowsky cambiará de personalidad, siempre con el mismo nombre, pero ya no será el ídolo.

Y de tu disco anterior en francés Etoile eternelle, a éste, tenés varios temas en común...

Sí, están todas las letras en español. Es el disco que quería hacer, como vivía en Francia el disco anterior es en francés, y si no cantas en francés en la radio no te pasan, pero decidí ver qué podía pasar en Latinoamérica y España. Así que estuve buscando sellos, y por milagro encontré sellos en todos los países y el disco sale casi al mismo tiempo en cada uno. Finalmente hice el disco que quería hacer, le quité una canción de la edición francesa, hice más coherente el orden de las canciones, la tapa, el libro.

También has dedicado tiempo a la actuación.

Sí, he actuado en la película de Julie Delphy, 2 days in Paris, que tengo entendido que aquí fue un éxito, también en Santa Sangre de mi padre, películas de autores de la Nouvelle Vague, y algunos cortos, dirigí mis videoclips.

Y ahora también vas a actuar en la próxima película de tu padre...

Sí, el año próximo, la película se llama King shot, con Nick Nolte, Asia Argento, Marilyn Manson.

Y producción de David Lynch, ¿verdad?

Sí, exactamente.

¿Habías venido a la argentina alguna vez?

Solamente en el 2001 a bailar tango.

No es Adanowsky y su sonrisa burlona el que nos despide, es el joven, Adán, que con cierta timidez tiene un gesto y una mirada que parecen preguntarse si su actuación ha sido creíble y también si el público le permitirá seguir jugando.



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