domingo, 26 de febrero de 2012

Entrevista al pianista Adrián Iaies














Tal vez él se definiría como hincha de Estudiantes de La Plata, antes que como pianista de jazz, aun siendo uno de los más destacados y reconocidos de Argentina. La sala donde ensaya está en el fondo de su casa, atravesando un parque y subiendo una escalera. Allí puede estudiar (así hablan los músicos cuando se refieren a practicar su instrumento)  toda la noche incluso, sin molestar a nadie. Es un espacio todavía más silencioso que el ultra calmo sector del barrio de Saavedra donde vive. Está repleto de discos y fotos suyas tocando en diferentes escenarios del mundo. La entrevista se hace al lado del piano, en el que toca, para ilustrar sus argumentos, algunos acordes mientras habla. Es que Iaies a veces piensa con los dedos.


Noticias: ¿Qué características tiene el músico de jazz que lo distinguen de músicos de otros géneros?
Adrián Iaies: El músico de jazz disfruta de la sorpresa, que sucedan cosas en el escenario que no estaban pautadas. Una banda de rock ensaya hasta que suena como el disco. En jazz el ensayo es solamente un lugar en donde uno acomoda un poco las piezas y se pone de acuerdo en algunas cuestiones y ya está. Otra diferencia es que el músico de jazz es muy individualista. Es diferente de otros géneros, en donde armás un grupo y te ponés la camiseta de ese grupo y es un proyecto colectivo. El músico de jazz en general no toca nunca con un solo grupo, de pronto hoy toca con éste, mañana con el otro.
Noticias: ¿Es posible ganarse la vida siendo únicamente músico de jazz?
Iaies: El músico de jazz en cualquier lugar del mundo está acostumbrado a contar monedas. Se toca para poca gente, en lugares chicos y los caché nunca son los del rock. Lo positivo de esto es que necesariamente tu eje está puesto en otro lado. Hay algo muy pasional. La mayoría de los músicos de jazz da clases, cosa que en general no pasa con otros géneros. Hay una tradición, que excede lo económico incluso, alguien que toca jazz tiene que dar clases. El que da clases alguna vez fue alumno, o es alumno de alguien.
Noticias: Usted además de dar clases, también es el Director del Festival de jazz de Buenos Aires. ¿Cómo lleva la dimensión política de este cargo?
Iaies: Cuando me llaman para la dirección del festival, que fue en el 2008, yo dije que sí enseguida. Me gustó el proyecto de entrada. Me gustan los roles ejecutivos, me gusta producir. He sido productor en EMI, me gusta producir discos para otros. Durante mucho tiempo he sido el manager de mi propia carrera. Además lo conocía a Hernán Lombardi, un tipo que siempre me cayó muy bien. Él tiene una característica por la cual yo tengo simpatía casi automática, es workaholic. Yo soy así también. Para aceptar el cargo tuve algunas prevenciones, no convertirme en un burócrata. Así que yo no tengo una oficina, ni siquiera un escritorio, atiendo en el pasillo.
Noticias: Por su rol de director del festival tuvo algunos entredichos con el músico Mariano Otero (marido de la actriz Florencia Peña) que dijo que por haber criticado a Macri no lo convocaban al festival.
Iaies: Sí, tuvimos unos entredichos con Mariano. A mí me molestó su actitud, pero es algo que está superado. Mariano tocó en el 2008 en el festival, y antes del último tema criticó la política cultural del Gobierno de la ciudad. En el 2009, no solo que volvió a estar en el festival, sino que lo programamos en un escenario mucho más grande. Si yo después de cuatro años de dirigir el festival, sigo haciéndolo es porque estoy de acuerdo con la política cultural del Gobierno de la ciudad, si no, me habría ido. Para mi laburar con un tipo como Lombardi es un lujo. Para hacer un festival vos necesitás apoyo político, que para mí son dos cosas, que fue lo que pedí cuando me llamaron: libertad absoluta para programar y un presupuesto para lo que yo programé pueda hacerse. No acepto que nadie me llame y me diga poné a fulano que es amigo de tal, o sacá, nada. Nunca me han llamado para pedirme estas cosas y nunca tuvimos que bajar un concierto porque no estaba la plata.
Noticias: Le compuso un vals a Beatriz Sarlo, ¿A qué se debe esto?
Iaies: En uno de los conciertos que hicimos en el marco del festival 2008, que era en el auditorio de la Biblioteca Nacional…
Noticias: ¿Eso intentaba ser una especie de gesto de integración cultural con el Gobierno nacional?
Iaies: Sí, a mí me pareció que había que integrar. Después no funcionó. De hecho saltee todas las vallas institucionales y lo llamé a Horacio González y le conté lo que quería hacer. Quería llevar allí a Billy Harper un gran saxofonista norteamericano. Horacio, enseguida me dijo que sí, que no había problemas. Yo llegué temprano a la prueba de sonido y la encuentro a Beatriz sentada en la tercera fila porque no quería quedarse sin lugar. Charlé un rato con ella y me enteré de su gusto por el jazz. Soy lector de sus columnas. La leo, y además de aprender, la disfruto, que es el mejor elogio que podés hacer de alguien. Y le dediqué un jazz waltz que es como una linda forma para dedicar, pensando en un waltz a la Evans (Bill), porque ella me había hablado de “Waltz for Debbie” (clásico en la obra de Evans). Cuando Beatriz vino a ver mi concierto donde estrenaba el waltz, me dijo que no había podido escuchar casi nada porque se pasó el tema llorando.

Todo es jazz en la vida de Iaies. Suena su celular. La música que se escucha es del disco de Miles Davis, “Kind of blue”, el tema “Freddie freeloader”. “No es ningún ringtone”, aclara. “Puse el grabador del celular en el parlante y lo grabé, fue bien analógico”, comenta mientras apaga el teléfono.

Noticias: En sus recitales también comenta sobre su perra Maia que se acuesta debajo de su piano mientras toca y a quien también le dedicó un tema.
Iaies: Sí, ella estuvo toda su vida conmigo. Tiene 15 años, vino cuando era bebé, me la regaló un alumno. Está grande, está sorda. Es duro que la perra de un músico quede sorda. Quedó sorda por un ACV derivado de un golpe de calor porque se quedó dormida al sol en verano. Ella representa una época de mi vida. Estuvo conmigo cuando mis hijos eran muy chicos antes de que mi esposa se enferme. Yo enviudé, tuve otra pareja con la que tuve otra hija, Emilia (6). Con mi esposa, que falleció de cáncer en 2002, tuve a Martín (21) y Laura (17). Y Maia ha estado presente siempre. Ha visto pasar miles de alumnos también. Ha presenciado todos los ensayos porque está conmigo desde antes que grabara mi primer disco. Es un sentimiento muy fuerte, porque aparte no tiene contra. Es puro amor y no tenés malos momentos para recordar.




http://noticias.perfil.com/2012/02/el-musico-de-jazz-es-muy-individualista/
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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Entrevista a Sergio Bizzio para Tiempo Argentino















Literatura, cine y encierro

Lo encuentro en la esquina del bar donde nos citamos y veo que trae bolsas de supermercado. Es que Sergio Bizzio además de ser escritor y cineasta cumple con sus tareas de padre y se ha comprometido a buscar a su hijo a la escuela y prepararle el almuerzo. Un mes atrás se estrenó su segundo largometraje como director, “No fumar es un vicio como cualquier otro”, le pregunto cómo fue el estreno y responde: “Como todo estreno, lleno de amigos antes de la función y repleto de mentirosos al salir”.

-Se estrenó la versión cinematográfica de tu relato “Un amor para toda la vida”, dirigida por Paula Hernández (“Un amor”, con  Diego Peretti, Elena Roger y Luis Ziembrowski), imagino que ya la viste.
-Sí. La directora me había invitado antes a verla durante el proceso de edición, y también cuando apenas estuvo terminada, pero no fui. Quería verla en el cine.
-El relato en el que se basó la película, recientemente reeditado por la editorial Mansalva, cuenta una historia bastante triste, con un final frustrante. En la película este desenlace se da de otra manera.
-Sí, Hernández lo cambió por otro donde… Ah, no puedo contar el final de la película. Mi relato se dirigió hacia ese final de manera natural.
-¿Te molesta que los directores alteren o ensayen variaciones sobre tus obras?
-No. Ahora la historia tiene dos finales. La verdad es que no me involucro en el trabajo de los directores. Un director tiene que hacer su propia versión, si no estaría apenas ilustrando un texto, y eso no parece muy interesante para nadie. Con la idea sola no alcanza. Como decía Borges: “No alcanza con ser bueno, además hay que filmar”.   

Bizzio es uno de los escritores argentino más llevados al cine. Además de la película de Paula Hernández, ya comentada, "Adiós querida luna", de Fernando Spiner, se basa en su obra de teatro, "Gravedad". “XXY”, de Lucía Puenzo, toma como eje su cuento "Cinismo", del libro "Chicos". Su premiada novela "Rabia", la filmó Sebastián Cordero, con producción de Guillermo del Toro (“El laberinto del fauno”, “Hellboy”) en España. Emilie Deleuze, la hija del gran filósofo Gilles Deleuze, va a filmar en Francia una película sobre su novela “Realidad”. Y una productora brasileña está en proceso de realizar una película en base a otra obra suya, "Era el cielo".

–¿Podríamos decir que tu literatura es muy fílmica y tus películas muy literarias?
–Podríamos decir cualquier cosa (risas). A mí me gustan mucho las películas que son también para leer, las películas en las que los diálogos y la narración oral parecen reclamar una cierta condición de artificio. “Providence”, de Resnais, es una película para leer. Hay mil ejemplos. Hay una película de un director filipino, Raya Martin, que está toda hecha sobre telones pintados. Se llama “Independencia”. Eso me gusta, que haya una cierta independencia del texto, que no resulte necesariamente “orgánico”. Por eso cuando hice “Animalada” quise que la película empezara con los dos protagonista leyendo. Uno lee un libro de ficción y el otro una revista de caza, y de tanto en tanto uno de ellos lee en voz alta un párrafo de la revista y el otro le contesta leyendo un párrafo del libro. Es un diálogo entre textos imposibles.
-Y en “No fumar…” seguís la misma línea.
-Sí. Al principio la película iba a llamarse “Gente sentada”, porque en el 90% de las escenas los personajes están sentados, casi no hay acciones físicas, no hay movimientos en el espacio, un poco a la manera de aquella historieta de Copi, “La mujer sentada”. Los personajes hablan, pero más que hablar lo que hacen es “decir” textos escritos.
–¿Y por qué elegiste como título “No fumar es un vicio como cualquier otro”?
–Esa frase me la dijo Fogwill un día. Una de esas frases que decía todo el tiempo.
–¿Por qué te parece que tu literatura es tan adaptada al cine?
–No sé. Supongo que se debe a que mi literatura es bastante visual, aunque eso no quiere decir que sea necesariamente cinematográfica.  
–¿Tu decisión de escribir una novela o un guión para cine es anterior al hecho de comenzar a escribir, o vas viendo la forma que va tomando el relato?
–Nada que yo empiece a escribir puede terminar como un guión de cine si no empezó directamente como un guión. Con la literatura es distinto. Algo que creí que iba a ser un cuento puede terminar siendo una novela, o al revés.
–Solés decir que escribís sin tener la historia definida de antemano, sin saber bien dónde vas.
–¿Y cuál es la importancia de saber adónde se va? Esto no es política. Acá no se deciden cosas que pueden afectar la vida de la gente. Lo único que quiere un escritor es escribir una obra maestra. A lo mejor dos (risas). Se necesita mucho estímulo para eso. Y saber adónde se va es muy poco estimulante.
–Igualmente las historias quedan bien articuladas y confluyen hacia algún desenlace, para el que el resto colaboró. ¿Cómo lográs eso?
–No estoy muy seguro de que mis historias estén bien articuladas. Hay muchísimos desvíos y digresiones y miradas atrás o a los costados. Pero eso es lo que me gusta. Una historia bien articulada no quiere decir nada en sí misma. Con un poco de dedicación y disciplina cualquier profesional puede articular una buena historia. 
–Para algunos la incertidumbre ligada al argumento no es un hecho motivador.
–Bueno, vos lo decís: para algunos. Pero ahora acá estoy yo. Igual no sé qué es la incertidumbre ligada al argumento. Yo casi nunca tengo un argumento. Tengo una frase o una escena, y no mucho más que eso. Después viene otra frase, y otra, y en algún momento aparece una trama.
-Sin embargo tus novelas siempre tienen comienzos fuertes.
-Justamente, porque un comienzo es lo único que tengo y le dedico lo mejor de mí. Después ya me vuelvo un poquito más irresponsable y me dejo llevar.  
–Tenés mucha obra escrita en un registro disparatado: “Planet”, algunos cuentos de “Chicos”. ¿Se te hace una necesidad romper el registro realista a veces?
–No sé. Es lo que se me da.
–Igualmente podés trabajar en otro plano, como en “Rabia” o “Era el cielo”, o algunos cuentos, donde no todo es disparatado.
–“Rabia” y “Era el cielo” son novelas realistas, creo. La verdad es ya no sé qué es el realismo. Podría decir que “Rabia” es una novela realista de fantasmas, pero decirlo así sería una contradicción. A unos les parece muy poco realista que un hombre pueda meterse en una mansión y vivir ahí adentro durante años sin que nadie sospeche de su presencia, y a otros la idea les da miedo. El paranoico siempre es el más realista.
–Un hombre encerrado en una casa, en “Rabia”, dos astronautas encerrados en una nave espacial, en “Gravedad”, y sigue la lista. El encierro parece tu tema principal.
-Sí, puede ser. Pero en mi última novela, “El escritor comido”, no hay nada de eso. Los personajes cambian todo el tiempo de lugar, una ciudad en Brasil, la selva del Amazonas, Venecia. En el verano vuelvo al encierro: voy a filmar una película con dos personajes atrapados en un coche bomba.
–No te veo haciendo una road movie.
–No, a menos que sea en un loft. 

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jueves, 10 de noviembre de 2011

Nota sobre jazz en Tiempo Argentino

DÓNDE ESCUCHAR JAZZ EN BUENOS AIRES

Una guía de lugares de encuentro para los amantes del buen ritmo

Publicado el 10 de Noviembre de 2011

Tanto por el incremento del turismo como por la persistencia y el esfuerzo de los jazzeros que han logrado un circuito de seguidores, el género pasa por un excelente momento. Imposible escuchar sin marcar el compás. 
 
Los programadores de los principales espacios de la escena del jazz local coinciden en que el momento que vive el género musical es muy positivo. Existen muchos lugares para que los músicos se presenten, pero sobre todo está la materia prima, varias generaciones de jazzeros que han configurado por sí mismos, con esfuerzo y gran pasión, un circuito del cual hoy se nutren.
La mayoría de los clubes, como suelen llamarse a estos sitios en el léxico del jazz, se concentran en el barrio de Palermo, aunque uno de los más antiguos está en Barrio Norte: Notorious. Habiendo nacido como disquería, ya hace casi 15 años, incorporó luego la dinámica de presentar en vivo a músicos de jazz y ofrecer servicio de gastronomía.
Hace dos años, el club de Callao al 900, tiene nuevo director y ha incorporado a su grilla tradicional, artistas de música popular brasileña. Es manejado por Víctor Ponieman quien comenta que “Notorious es el único lugar en Buenos Aires que conjuga, en un mismo espacio, música, gastronomía, venta de CD, DVD y artículos electrónicos, todo de la mejor calidad.” En un ambiente de sofisticación, Notorious, incluye en su agenda a músicos consagrados pero también a algunos que vienen creciendo y renovando la escena. El público que asiste, según su director, “es muy variado: extranjeros, vecinos de Barrio Norte, músicos, estudiantes de música y bohemios amantes del jazz”.
Otro club, que ya ha pasado la década y se ha constituido como eje del jazz local, es Thelonious, cuyo nombre hace honor al legendario pianista norteamericano Thelonious Monk. Entrando por Salguero, casi esquina Güemes, luego de subir una escalera, el visitante encuentra un lugar de eterna luz tenue, con mesitas en hilera y una extensa y bien aprovisionada barra en la que acodarse –tal vez con un trago– para escuchar a los músicos y perderse en la hipnótica lámpara que cuelga sobre el escenario. Abrió sus puertas en 2000, y sus dueños, los hermanos y músicos Ezequiel y Lucas Cutaia, hijos de Carlos Cutaia (Pescado Rabioso, La Máquina de hacer pájaros), le han dado una impronta de club neoyorquino, en donde el ambiente no es ceremonioso, sino que permite que la atención fluctúe entre los comentarios, la escucha atenta y el arranque de los aplausos.
Sin duda estos clubes han sido beneficiados por el boom del turismo que a partir de 2001 comenzó a aprovechar las ventajas en el cambio monetario. Esto explica que aparezca el término “extranjeros” tanto en los comentarios de Ponieman como en los de Ezequiel Cutaia que aclara que en Thelonious los precios son iguales para locales y foráneos.
A la vez, el turismo no es suficiente para entender la expansión de la escena. Tal vez el concepto de club no sea meramente declamativo, sino que se encarne en socios que le dan vida e institucionalizan los espacios. Los mismos músicos, sus amigos, conocidos y pequeños circuitos de seguidores son los primeros en integrar este círculo íntimo que luego se expande a estudiantes del género, jazzeros clásicos y ocasionales.
Aunque por esta misma razón la escena tiene, según Cheche Ordoñez, programador de Vinilo Bar, más músicos que público. Cheche dirige el espacio de Gorriti al 3700, que funciona hace dos años y ha sido pensado íntegramente para conciertos, “desde que la cocina esté en otro lugar, el camarín tenga una entrada directa al escenario, a que la sala esté lo más acustizada posible y que el escenario tenga un piano afinado”. En Vinilo se escucha jazz, pero no más de una vez por semana. El programador explica: “Hay una cantidad y calidad excelente de músicos de jazz. Por esto sucede que se toca mucho todo el tiempo y lo que termina pasando es que luego asiste poca gente”. Para él existe “una falta de estrategia sobre la carrera en los músicos de jazz, que en vez de tocar una vez por mes y llenar, tocan todas las semanas en todos los lugares”.
Una opinión similar aporta Litay Luna, la programadora del más nuevo de los clubes, próximo a cumplir un año, el coqueto Boris Club de jazz, situado en Gorriti al 5500. Dice Litay: “Tratamos de que los músicos no nos incluyan en los circuitos cuando tocan en varios lugares, sino que les pedimos que estén un tiempo largo sin tocar antes de venir a Boris o que nos tomen como primer punto de referencia para la presentación de su disco.” Explica que esto tiene que ver con que Boris es uno de los que ofrece mayor capacidad entre los clubes de jazz, 170 personas. El inconveniente que tienen los músicos del género es poder mantenerse haciendo lo que les gusta, por eso Litay comenta: “Si tu decisión de vida es vivir de la música, es evidente que tenés que trabajar y con una sola fecha al mes es imposible.” Esto se conecta también con las particularidades generales del público de jazz que, según Luna, “tampoco tiene ingresos demasiados altos como para seguir al músico toda la semana a varios sitios”.
En Boris han llegado a conformar una big band propia, aunque el espacio que le dedican al jazz es de un 80% aproximadamente. En cambio en Virasoro Bar, otro de los viejos clubes con diez años a cuestas, el jazz ocupa casi la totalidad de la agenda. Funciona en Guatemala al 4300, en una casa art decó diseñada por Alejandro Virasoro, arquitecto de vanguardia de los años ’20, del cual obviamente se sirvieron para bautizar su club. Paula, su dueña, explica que lo interesante de Virasoro es que “es un lugar pequeño y el contacto con los músicos es bastante cercano”. Para ella, actualmente se está escuchando en la ciudad un jazz de gran nivel, “parejo en cantidad y calidad, porque hay muchos buenos músicos en todos los instrumentos y todos con muy buenas propuestas, con investigación y estudio”.
Lo interesante es que por la búsqueda de público o por el gusto personal de sus programadores, la mayoría de estos lugares han redoblado sus apuestas e incorporado otros géneros musicales a sus agendas. Casi todos con la impronta de la fusión rítmica, característica que no le es nada extraña al jazz que es un género que se sustenta desde siempre en este recurso. <

http://tiempo.elargentino.com/notas/una-guia-de-lugares-de-encuentro-para-los-amantes-del-buen-ritmo
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sábado, 22 de octubre de 2011

Entrevista a Jorge Drexler












La canción lo llevó hasta España y él se fue quedando. Será por el sol de Madrid que le hace tan bien y combate su melancolía, o porque el amor que nació con Leonor Watling (36) fue tan fuerte como su prestigio (Drexler no gusta de la palabra “éxito”, ya verán) musical. Sea cual fuere el motivo, allá está, abrazado a un termo, hablando a través del teléfono, con su voz meticulosa y suave, reflexionando ante cada pregunta y tallando las respuestas con precisión.
"Me gustaría decir algo acerca de nuestra obsesión por el logo", interrumpe la consulta sobre las preferencias (recuadro). "Entiendo que el logo sea un bien necesario para comercializar las cosas, pero no me parece hacer tanto hincapié en la categorización respecto a su marca comercial”. Aunque ya ha dejado claro el punto, insiste, y pide: “Me gustaría que esto quedara textual” y continua: “Si hay algo que la sociedad no necesita estimular más, porque ya está lo suficientemente estimulado, es la diferenciación por logo de los objetos”.
Logo o No Logo mediante, la canción lo llevó hasta allá, pero su último disco, “Amar la trama” (2010), lo trajo de gira para presentarlo por segunda vez en nuestro país. En un registro más íntimo, con menos samplers y más guitarra flamenca, pero con la misma intención de dejar claro siempre, su forma singular de observar el mundo.

Noticias: En referencia al título de su disco, ¿por qué le parece que es más importante el camino que adónde se llega?
Jorge Drexler: Podés especular mucho sobre el punto de llegada, pero lo que tenés en realidad entre manos, lo tangible, es el proyecto. De eso habla el disco. Desde el "carpe diem" (aprovecha el día) de Horacio, hasta Machado con "se hace camino al andar", ha sido una constante en el pensamiento de nuestra especie.
Noticias: En una de sus letras lo menciona a (Éric) Rohmer, en cuyas películas parece que nada pasa o que nada debe esperarse que pase. ¿Esta es su actitud frente a la vida?
Drexler: El mundo de las expectativas tiene centrado todo en el futuro. Eso es un problema porque si estás muy pendiente de algo que vas a alcanzar algún día, primero te perdés el momento en que estás, y aunque eso ya es bastante grave hay algo peor, que tenés únicamente dos posibilidades: que se cumplan o que no lo hagan. Si no se cumplen sobreviene la frustración, es triste estar esperando toda la vida algo a lo que no se llega. Pero si se te cumple, la sensación de vacío es muy grande. Como consecuencia, yo prefiero eludir las expectativas.
Noticias: Igualmente a usted no es que no le pasan cosas, graba discos, viaja por el mundo, acaba de ser padre por tercera vez (su segundo hijo con Watling, una nena de nombre Lea).
Drexler: Sí, me pasan muchas más de las que imaginaba. En el mismo disco dice: "Aunque no haya una razón, celebremos, porque la vida puede que no se ponga mucho mejor que esto" (hace una cita simplificada de la letra de la canción "Todos a sus puestos"). Y eso es exactamente contrario al mundo de las expectativas. Eso de que el momento donde estás es lo mejor a lo que podés aspirar, es algo que a algunas personas les produce horror y a mí me parece maravilloso.
Noticias: En sus letras aparece esto, al igual que lo azaroso. ¿Usted se siente una especie de pasajero sujeto a lo fortuito, alguien a la deriva?
Drexler: Es un tema muy recurrente para mí la sensación de deriva. Probablemente me venga de algo generacional, soy hijo, nieto y bisnieto de inmigrantes. Y soy un inmigrante yo mismo. Supongo que eso me lleva a entender que el arraigo es más abstracto que concreto, es un arraigo a la vida.
Noticias: Lo vuelvo a citar, en otra de sus canciones usted dice que no se siente de ningún lugar, sino que está de paso.
Drexler: Claro, justamente. Esa canción habla de la noción vital. Entrar en contacto con lo efímero de este paso por el Planeta. Somos una especie que hace tanto hincapié en la posteridad, que nos desconectamos de lo efímero. Gastamos el patrimonio energético de millones de años en unos pocos lustros y dejamos el planeta lleno de polución y de plástico.
Noticias: Ya hace varios años que vive en Madrid, ¿qué cambió en usted al vivir todos estos años en Europa?

Piensa un rato y da un profundo sorbido de mate que aturde al otro lado del Atlántico.

Drexler: Eso que suena ahí es un mate, así que por lo pronto el mate no lo perdí (risas). Madrid es una ciudad muy solar, tiene muchas horas de sol al año. A diferencia de las ciudades rioplatenses que tienen un clima muy cambiante, Madrid siempre tiene un clima muy estable. Llueve un par de días seguidos y luego para. A mí me hace mucho bien Madrid, es una ciudad luminosa, ruidosa, irresponsable, que tiene una alegaría espontánea. Puede ser superficial en algunas cosas, pero si nosotros traemos nuestra dosis de profundidad y melancolía, para mí es un lugar ideal para un rioplatense.
Noticias: ¿Y esa melancolía no se transforma en nostalgia y lo lleva a extrañar Uruguay?
Drexler: Los primeros años que viví en Madrid tenía una sensación de nostalgia muy grande, pero fui estableciendo tantos puentes aquí, y a la vez conseguí la manera de mantener vivos los vínculos con Montevideo, que la nostalgia no es el principal factor que define mi vida ahora y eso se ve en mi último disco.
Noticias: ¿Y dónde está puesta la melancolía entonces?
Drexler: La melancolía es algo más constitutiva en mí, me vino de fábrica. La nostalgia viene a partir del cambio. Hay que aprender a vivir con la dosis de melancolía que tenemos, puede ser algo muy agradable. No es lo mismo que la tristeza.

Al igual que en su disco de estudio anterior, “12 segundos de oscuridad”, en el último disco de Drexler, participa su actual mujer, la actriz y cantante española Leonor Watling (“Los crímenes de Oxford”, entre otras películas). También lo hace Pablo, el hijo de su anterior pareja con la compositora española Ana Laan (44). Y por si fuera poco, le dedica una canción, “Noctiluca”, al primer hijo que tuvo con Watling, Luca (2).

Noticias: En “Amar la trama” participa toda su familia. La música atraviesa todos sus afectos.
Drexler: La música, como decís vos, es el hilo que une muchas de las cuentas de mis emociones. Es una manera de ganarme la vida, lo cual me llena de orgullo, pero va mucho más allá. Es una herramienta de aprendizaje personal. Más que la música, las canciones. Que es un género diferente, no es exactamente música, no es exactamente poesía.
Noticias: ¿Y cómo era el Drexler que, estudiando medicina, tal vez presentía, que su vida no iba terminar en la música?
Drexler: Tenía un conflicto vocacional. Era feliz en la medicina, tenía muchas cosas que no tengo ahora. Creo que en el fondo, la música siempre estuvo agazapada, sabiendo que iba a llegar el momento del gran zarpazo.
Noticias: Ganó un premio importante e inusual para un músico, el Oscar. ¿Qué implicó eso para usted?
Drexler: Fue una alegría muy grande, estoy muy orgulloso. Es una canción (“Al otro lado del río”, para la película “Diarios de motocicleta”) que quiero mucho y que hice de verdad. La hice con todo mi cariño y con toda mi entrega. Nunca pensé siquiera que iba a ser nominada. Mi experiencia es que si hacés las cosas realmente con ganas y sin esperar nada… porque yo no tenía ni idea ni siquiera cuándo entregaban las nominaciones. Ahora me ha vuelto a pasar con “Que el soneto nos tome por sorpresa” (canción para la película española “Lope”, nominada al Grammy Latino como mejor canción del año). Es un regalo que le hice a un amigo, un director de cine.
Noticias: Luego de ese premio sacó un disco bastante introspectivo (“12 segundos de oscuridad”. ¿No se lleva bien con el éxito?
Drexler: Me llevo bien con el éxito porque le doy su lugar. No me llevo bien con la palabra, porque viene de “exitus” quiere decir salida, como “exit” en inglés. En medicina se usa como sinónimo de muerte y eso es muy significativo para mí, el que una palabra tan idolatrada signifique final y salida. Si uno cree que está instalado en el éxito, pierde el reflejo de emocionarse con lo que hace.
Noticias: España está atravesando una crisis intensa por estos días, ¿cuál es su visión sobre los conflictos?  
Drexler: Es muy duro, sobre todo para quien no está acostumbrado a los conflictos. La gente está muy indignada con el tono político. Y la entiendo perfectamente, porque es muy indignante la absoluta carencia de visión de Estado que tiene el país y de visión de futuro que tiene la política española. Parece una riña entre dos partidos. Hay una gran crisis anímica, está triste el país. Europa está triste. Hay mucha más alegría y proyección a futuro en Latinoamérica.
Noticias: ¿Y cómo ve que eso se encarna en los Gobiernos de Mujica y de Kirchner?
Drexler: Te voy a hablar de mi país, porque estoy loco, pero no lo suficiente como para ponerme a hablar de política argentina (risas). Estoy muy orgulloso de Mujica, del trayecto de diálogo que está atravesando Uruguay. Se está viviendo una prosperidad económica y mucha estabilidad institucional, porque Mujica es muy conciliador.
Noticias: Ya está en la última etapa de la presentación de su disco. ¿A qué dedica su tiempo cuando no está dando conciertos, componiendo o grabando?
Drexler: Me gusta mucho estar con la gente que quiero. Me gusta mucho hacer surf. Cuando tengo un ratito me escapo a alguna de las playas que tengo cerca. Es una actividad que me da una alegría inmediata.
Noticias: No tiene un perfil de surfista.
Drexler: Sí, puede ser, tampoco tengo un perfil de uruguayo, judío, hispano parlante, folclorista. Soy tantas cosas sin tener un perfil definido. Me ha tocado vivir sin un perfil definido. Soy poco de muchas cosas y todo de nada.

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martes, 18 de octubre de 2011

Entrevista a Rubén Rada













Comenta que usa celular recién hace tres meses porque su mujer le exigió que tuviera uno. Es que a pesar de sus 68 años, Rubén Rada, tiene mucho de niño. Mientras posa para la foto parece un chico, jugando, divirtiéndose. Por la mesa del lugar donde quedamos para la nota, la gente pasa y lo besa como si lo reencontrara después de años, y él responde con la misma efusividad. "Trabajé mucho para ser un artista conocido y querido", reflexiona. Para saludarlo, hasta Néstor Fabbri, el ex defensor de Boca, Racing y la Selección Nacional, entre otros equipos, interrumpe la nota: –¿Cómo anda, todo bien? –le pregunta. –¡Qué tal amigazo! No estoy jugando muy bien últimamente, pero no importa –contesta Rada, y los dos ríen.


Noticias: En noviembre le entregarán el premio Grammy Latino a la Excelencia Musical, que es una forma elegante de nombrar la trayectoria. ¿Cómo toma este reconocimiento?
Rubén Rada: Gracias a Internet las cosas vuelan, la gente se entera de lo que pasa en el mundo y llegaron a encontrarme.
Noticias: ¿Por qué dice eso?
Rada: Porque por la venta de discos y por ser un músico uruguayo que siempre tocó en el Río de la Plata y alguna vez en otro país, no llegaba a la Academia. De los que se enteran son de los que venden muchos discos. Por eso digo gracias a Internet, que la gente puede elegir y bajar la música que quiere, he llegado a que me tengan en cuenta. Eso me da mucha alegría. Más que nada por los músicos de mi país, porque somos un país pequeño con poca población y eso va a ayudar a que los músicos uruguayos tengan un poco más de proyección al mundo.
Noticias: ¿Que lo premien por la trayectoria hace que empiece a sentir de otra manera su carrera?
Rada: Sí, yo digo que es como que te dan la jubilación.
Noticias: Hace poco acá también lo premiaron como revelación.
Rada: Sí, raro. Fue por “Richie Silver”, que era un personaje que había creado.
Noticias: ¿Qué hizo en su carrera que jamás se había imaginado iba a hacer?
Rada: (piensa) “Rada para niños”. Siempre pensé que iba hacer mi música, pero jamás un disco para chicos. Se me dio la posibilidad de hacer eso gracias a Horacio Buscaglia que me dijo: “Los niños te quieren mucho y necesitan que vos les cantes”. Él me enseñó cómo trabajar con los niños y hace diez años que lo estoy haciendo en el teatro con gran éxito.
Noticias: Da la impresión que usted se mueve en su carrera con algo de improvisación y frescura, que tal vez es la característica que se requiere para tocar percusión. ¿Esto es así?
Rada: Totalmente. Yo cuando compongo lo hago lúdicamente, con sonidos de mi voz, por eso no tengo grandes letras. Si hago (canta una melodía), después le busco una instrumentación a eso que canté. Cuando hice “Dedos”, (un lujo: se pone a tocar la mesa del bar como si fuese un instrumento de percusión, con una soltura que asombra, mientras canta la letra del tema), tenía que buscar las rimas con la palabra “dedos”, ahí aparecía “días” y así: “Dedos son dedos / días son días”.
Noticias: Acaba de presentar su nuevo disco, "Confidence". Puede ser que la vuelta al Rada “serio” como usted lo llama, sea una de las deudas pendientes.
Rada: Exacto, era algo que quería hacer. No cantar. Es todo instrumental. Grabado con grandes músicos uruguayos. Toco percusión que es lo que más me gusta en la vida. Sacar chirimbolos de una bolsa y hacer magia y tocar y divertirme.
Noticias: ¿Y qué otros proyectos tiene en esa bolsa?
Rada: Otra cosa que tengo ganas de hacer es grabar un disco de Tango. También otro de Blues. Y después, si la vida me lo permite, tener una banda con mis hijos. Si ellos me invitan, estaría encantado.
Noticias: ¿Y ha conversado esto con ellos?
Rada: No, lo estoy diciendo para que me inviten (risas).
Noticias: En "Confidence" participan los tres.
Rada: Sí, Matías (25) toca la guitarra. Lucila (30) y Julieta (20) que cantan maravillosamente bien, hacen coros.
Noticias: A Matías lo hemos visto tocar con Martín Buscaglia. Es más grandote que usted.
Rada: Sí, mide 2:02. Le encanta el funk, toca la guitarra y le pone mucho wah wah. Ahora va a tocar la guitarra con los Illya Kuryaki & the Valderramas (banda de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur) que se vuelven a unir.
Noticias: ¿Ya había grabado alguna vez con sus hijos?
Rada: No, pero habíamos formado un grupo con Matías, Julieta y tres amigos más. Y Matías le preguntó a la abuela materna qué nombre le podíamos poner al grupo y le dijo: “Pónganle ‘La horizontal’, si se la pasan durmiendo”. Y así le pusimos y tocábamos funk, nos presentábamos en boliches en Uruguay y nos divertíamos muchísimo. Después Julieta hizo un par de shows con Nicolás Ibarburu y se enamoraron. Así que parece que se lleva a mi hija (hace que llora). Están en pareja ahora, en Uruguay.
Noticias: Y su otra hija, Lucila, que vive acá, lo está por hacer abuelo por primera vez.
Rada: Claro, ella vive acá con su marido Santiago. Está contentísima que va a ser madre, preparándose para eso. Así que de música no hablamos por este año, después seguirá con su carrera. Ella también estudió teatro, estuvo trabajando en el Teatro San Martín el año pasado. En Uruguay condujo “Cantando en la oficina” que era un programa de concursos, donde buscaban 4 o 5 personas que cantaran bien y los hacían competir con los de otra oficina.
Noticias: ¿Y cómo se ve siendo abuelo?
Rada: Camino cada vez más lento (risas). Estoy muy contento, pero no por mí, por ella, porque cuando una mujer tiene 30 años y todavía anda dando vueltas en la vida, y aparece el premio de tener un hijo, se arreglan muchas cosas en la cabeza. Así que creo que le va a hacer muy bien, y a la familia también, estamos todos muy felices.
Noticias: ¿Su nieto también va a nacer en Argentina?
Rada: Claro, mis tres hijos son argentinos. Yo viví acá desde el ’78 hasta el ’90. Y acá puse la fábrica. Porque acá en una época me fue bien económicamente y decidí tener hijos. Estuve en Europa con cantidad de mujeres maravillosas, pero decidí tener acá, porque yo era de la idea de que hasta que fuera alguien en la vida, no quería hijos. Noticias: ¿Cómo se está viviendo en Uruguay la presidencia de Mujica?
Rada: Estamos muy contentos. Durante muchos años vivimos pensando en lo que se robaban los políticos y ahora él no cobra ni el sueldo, tiene una chacrita y vende flores, la mujer es senadora, y con eso viven. Estuvo 13 años en cana, tiene una historia de lucha. Hace las cosas que le dicta el corazón. El tipo no vive con odio. No como pasa acá, que es como una guerra.
Noticias: ¿Acá usted ve una guerra?
Rada: Sí, están todos peleados contra todos. Este lío de TN contra “678” es insoportable. Todos hablando en contra de los demás. Macri peleándose con éste, aquél con el otro. No sabés para que lado agarrar, vo.
Noticias: ¿Y cuál es su percepción sobre el Gobierno argentino?
Rada: Yo vine a Argentina en el momento que hubo varios presidentes en poco tiempo. La gente pagaba con patacones. Grabé “Aparte de ti tu boca”, que según Fito (Páez) podría haber sido como “El amor después del amor” y ganado mucho dinero porque sonaba en todas las discotecas que fueras, pero no me llamaban de ningún lado porque me decían: “Negro, no te puedo contratar porque no puedo sacar plata del banco. Me agarró el corralito”. Los Kirchner arreglaron el país. El primer gobierno fue impresionante, Argentina se colocó en un lugar importante. Es muy difícil gobernar Argentina. En el segundo gobierno están los comentarios de que se enriquecieron mucho y a la gente no le gusta eso. Por lo demás, pienso que de los últimos 30 o 40 años son el mejor Gobierno. 
Noticias: ¿Qué le parece la música que se hace ahora?
Rada: Queda medio facho a veces hablar sobre la música actual, cada uno siente la música en la época que está viviendo. En las dictaduras había que cantar en contra y luchar. Esta es otra época. Yo no le doy bola a la música que pasan en la radio sino a los músicos que hay y a lo que los mismos músicos te recomiendan. Si me manejo sobre eso, Argentina está cada día mejor. Lo que se escucha en la radio es otra cosa.
Noticias: Lo de la radio no le gusta.
Rada: Digamos que no es el rostro de Argentina. Pasó siempre eso, en la época del Club del Clan, estaba Lalo Schifrin. Yo también hice música comercial. No podía vivir en mi país, llamé a Cachorro López, grabé, vendí discos, tuve éxito y recién a los 55 años me pude comprar mi casa.
Noticias: ¿Nunca había buscado el éxito comercial antes?
Rada: Sí, cometí un error cuando grabé “La mandanga”. Venía de grabar unos discos tremendos. Y de repente grabé: (canta) “Se come la mandanga”, pensando que iba a vender un montón de discos y cuando vos te pasás de mersa no vendés nada. Creo que Moria Casán cantaba: (canta) “Se come la banana”, y Porcel y Olmedo me tomaban el pelo. Yo me cagaba de risa en mi casa.
Noticias: En una letra de una canción suya usted decía que la hinchada le gritaba: “Tocá tranquilo que acá no pasa nada”. ¿Qué piensa que le cantaría ahora?
Rada: La hinchada canta una canción mía ahora: (canta) “A los jugadores les pido…”. Yo siempre quise estar ahí. Cuando vos llegás a las canchas de fútbol estás salvado porque sos del pueblo. Me he encontrado acá 60 o 70 personas que me han dicho que su madre o alguien les ha pedido que pusieran “Muriendo de plena” en el sanatorio y se han ido cantando esa canción mía que habla de haber vivido la vida a pleno.

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Entrevista a Pipi Piazzolla












Igual que su abuelo y su padre, es músico, aunque no se dedica al tango ni al bandoneón, sino al jazz y a la batería. Tiene un grupo que se llama "Esclandrum", mezcla de Escalandrún, una especie autóctona de tiburón que su padre y abuelo acostumbraban a pescar juntos, y la palabra "drum", que significa "tambor" (su especialidad) en inglés. Para llegar a la terraza y hacer unas fotos, pasamos por las habitaciones de Mora (5) y Lorenzo (2), hijos de la pareja que tiene con Soledad (36), que además tiene a Violeta (15), de otro matrimonio, que también vive con ellos. Antes de posar, señala un marco, del que asoma un pedazo de cabeza que muestra una fila incontable de dientes filosos. "Ese lo pesqué yo", dice Pipi, y nos damos cuenta que es un Escalandrún, otra marca de la continuación de su herencia.

Noticias: Usted eligió la batería como instrumento, que no es típico del Tango.
Piazzolla: Es que yo no soy tanguero. Se dio de forma natural. Tocaba el piano cuando era chico. A los 13 o 14 años empecé a ir a ver a River Plate todos los domingos, y me empecé a copar con el tema de la hinchada, los bombos, los tambores. Eso lo emulábamos en la escuela, y ese fue mi primer contacto con el ritmo. Hasta que un día vi un solo de batería y me di cuenta que ahí estaban todos esos instrumentos de percusión juntos. Me enganché de lleno con una pasión desenfrenada. Tenía 15 años, tomaba clases particulares de dos a tres veces por semana con el "Oso" Picardi, sin batería.
Noticias: ¿No tenía batería propia?
Piazzolla: No, e iba y daba la lección bien. No tener instrumento no fue una traba para mí. Eso se lo trato de explicar a mis alumnos.
Noticias: Su abuelo conoció el instrumento que usted eligió, ¿verdad?
Piazzolla: Totalmente, y me regaló mi primera batería. Supo que yo hacía un año y medio que estaba intentando comprar una y no me daban los números, entonces él me la regaló. 
Noticias: ¿Cómo era la relación que tenía con su abuelo? ¿Compartió muchos momentos con él?
Piazzolla: La verdad que sí, porque a pesar de que él estaba 250 días al año de gira, cuando él estaba acá yo lo veía. Y me tocó vivir con él momentos muy íntimos, como por ejemplo ir en el '83 con él, solos en la limousine, al Teatro Colón. Todos los conciertos que él tocaba me llevaba. Yo no entiendo por qué, pero me llevaba. Lo veía poco, pero era intenso, compartí camarines, pruebas de sonido, shows. Yo era muy chico, esto fue desde los 7 años hasta los 15 o 17. También nos juntábamos en un bar los dos solos, venía mi papá a veces también.
Noticias: ¿Y de qué hablaban?
Piazzolla: Él me pedía que le cantara las canciones de River. Todas. Me pedía por favor que lo llevara a la cancha, y yo le decía que no, porque tenía by-pass hecho y él era muy peleador. Le decía que le iba a hacer mal.
Noticias: ¿A usted le parece que la imagen que se recuerda de su abuelo se corresponde con la persona que usted conoció?
Piazzolla: Tengo contacto con muchos tipos brillantes por la música que hago, pero yo que lo tuve cerca a mi abuelo, sé que fue un genio. Entregó su vida a la música. Siempre lo primero era la música. Era capaz de vender su casa para hacer un teatro. A mí me parece muy valorable eso. Son gente especial, si no estuviera esa gente la cultura no seguiría avanzando. Porque vos podés decir que lo veía tres veces por año, que él podría haber estado un poquito más, pero yo lo que veo es que él era así, y ahora lo tenemos en todos lados (señala los discos y fotos que adornan su living). Noticias: ¿Su papá (Daniel Piazzolla, 66) opina lo mismo?
Piazzolla: Mi viejo por momentos, por supuesto, como cualquier hijo, le habrá dado bronca, pero ahora opina lo mismo que yo. Cuando nos ponemos a charlar, tomamos un vinito, y decimos: "Mirá lo que hizo este tipo, es una bestia". Mi papá escucha 100% del día a Astor Piazzolla. Fanático de la música de su padre, es su ídolo.
Noticias: ¿Y su papá y su abuelo querían que usted fuera músico?
Piazzolla: Fui el primer día a la facultad, a estudiar marketing. Cuando vuelvo le digo a mi viejo que eso no era para mí, él contento revoleó todos los apuntes de la facultad por el aire. Justo estaba mi abuelo, se acercó y me dijo: "Grande, pibe, se músico, se pobre, pero se feliz".
Noticias: Acaba de terminar el Festival y Mundial de Tango de Buenos Aires. Allí tocaron repertorio de su nuevo material "Piazzolla plays Piazzolla", ¿cómo fue la recepción?
Daniel "Pipi" Piazzolla: Muy buena. Estuvo muy bien el Festival. Creo que el proyecto de este disco es muy aceptado. Es otra visión de la música de Piazzolla, no hay bandoneón y no hay violín así que no entrás en comparaciones.
Noticias: Con Escalandrum ya tenían 5 discos anteriores, ¿por qué inclinarse hacia el repertorio de su abuelo ahora?
Piazzolla: Se dio de manera natural. Nosotros en los discos previos tenemos muchas influencias folclóricas a nivel estilístico, aunque todos los de Escalandrum nacimos en Capital. Entonces, yo quería que el grupo tuviera un sonido más urbano, más de Buenos Aires, y como tengo acceso a las partituras de mi abuelo, empezamos a tocarlas, para ver cómo sonábamos. No teníamos la intención de hacer Piazzolla, pero nos gustó mucho como salía, nos emocionábamos, así que decidimos hacerle un homenaje.
Noticias: Del lado del jazz no es tan común.
Piazzolla: Claro. Siendo que para él, el Jazz, la Música Clásica y el Tango fueron igual de importantes para hacer la música que revolucionó el Tango. Mi abuelo vivió en Nueva York varias veces, hacía zapateo americano, le encantaba el Jazz, de hecho en sus discos han participado grandes del Jazz.
Noticias: ¿Le interesa la política?
Piazzolla: No, no me interesa nada.
Noticias: ¿Y este momento actual particularmente, cómo lo ve?
Piazzolla: Me gusta lo que está haciendo el Gobierno Nacional y también hay cosas que me gustan del Gobierno de la Ciudad. No es que me lave las manos, pero es la verdad.
Noticias: Hace unos años se encontró una partitura de su abuelo en la Biblioteca Nacional, era una especie de himno que había escrito para Perón en algún momento. ¿Qué sabe de eso?
Piazzolla: No tengo idea. Para mí él no tuvo mucha relación con la política, estaba afuera, siempre tocando. Una vez tuvo un problema porque lo invitó a comer Videla y tuvo que ir. Hasta que él explicó la situación, eso se le recriminó. La realidad es que fue a comer con Videla porque si no le mataban a la hija (Diana Piazzolla, 68). Mi tía estaba a full con la política y se tuvo que exiliar. Le dieron a entender que la podían matar y él tuvo por miedo por ella.


http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=3480&ed=1816
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martes, 6 de septiembre de 2011

Entrevista a Vicentico


Por Manuel Carballo


No sé cómo llamarlo. ¿Vicentico? No, si se llama Gabriel. Él nos ve sentados. Intuye que somos los de la nota. Las mujeres de la recepción se entretienen con una gatita perdida y medio mojada que se ha colado en el edificio de la disquera, y por eso no nos prestan atención. Gabriel Fernández Capello (47), que acaba de entrar, se acerca y nos saluda. Consigue que alguien se dé cuenta que estamos allí y nos permita pasar. Entramos al ascensor que se activa solamente con la huella dactilar de un empleado. Mientras subimos, Gabi, como le dicen allí, cierra los ojos. Parece que se duerme. Tal vez descansa, pero enseguida percibo que en realidad se prepara. Esto de las entrevistas no es lo suyo y lo hace sentir en cada gesto.
Ya en la terraza, el fotógrafo intenta caerle bien. Le va mostrando las fotos que le saca y consigue que pose. Detrás, la bruma no deja espacio vacío. Unos cascos amarillos se mueven debajo. Son unos obreros que rellenan de hormigón otro edificio en Palermo. Nada se detiene en medio de la lluvia que flota. Nosotros tampoco. A Gabi, en ese escenario apocalíptico y productivo, le toca hacer el trabajo sucio de ser Vicentico.



Noticias: Claramente, no se lleva bien con la exposición mediática.
Vicentico: Trato de no exponerme si no tengo nada que decir o no hay un pedido de la discográfica para movilizar algún proyecto como el show del Luna Park. Si no, no me interesa en lo más mínimo. Cuando me tocan estas situaciones un poco las sufro, porque mi mundo pasa por cuidar el jardín de mi casa, mi mujer, mis hijos. Mi lucha diaria es cómo hacer feliz al mundo que tengo alrededor. Y todo se torna en un mundo que me hace doler. Claro, parezco una señorita diciendo “me duele el mundo”, pero no soporto la falta de inteligencia, la brutalidad, y a veces la gente es bruta.
Noticias: En su último disco, “Solo un momento”, se inclina más hacia el pop. ¿Se siente cómodo en este formato?
Vicentico: Sí. Con la música no me sentiría incómodo de ninguna manera. Hay cosas que tal vez sean más naturales que otras, pero siempre se puede hacer algo interesante. No me es ajeno para nada situarme en el rol de cantante de una pequeña canción, y desde allí buscar una interpretación.
Noticias: Su hijo Florián (16) grabó una guitarra en el disco, ¿cómo fue esa experiencia?
Vicentico: Buenísima, me produce una gran alegría y una emoción silenciosa. Igual él ya es músico, lo más normal es que venga y toque. Yo se lo pedí y él también lo esperaba. Estoy 6 meses grabando un disco, él viene al estudio, y es muy normal que tenga una guitarra encima.
Noticias: ¿Se considera una persona familiera?
Vicentico: Normal, familiero es una palabra...
Noticias: Bueno, ¿alguien que disfruta estando en familia?
Vicentico: Sí, disfruto mucho en familia, la paso muy bien, es el mejor lugar para estar.
Noticias: ¿Y a qué juega con sus hijos?
Vicentico: Con Florián puedo jugar al fútbol, algún partido de jóvenes contra viejos o de padres contra hijos. También podemos tocar música. De vez en cuando jugamos a la lucha. Y con el más chico, Vicente (4), juego a todo.
Noticias: Su mujer, Valeria Bertucelli, parece bastante temperamental, ¿también luchan?
Vicentico: Con mi mujer también juego mucho (risas). Me llevo muy bien, nos divertimos mucho. Como toda pareja que está junta hace mucho tiempo, hemos pasado nuestros momentos de incertidumbre, pero tenemos una relación honda, de mucha comprensión mutua.
Noticias: ¿La llegada de los chicos cambió la dinámica de la pareja?
Vicentico: Es que tuvimos a Florián a menos de un año de estar juntos, y lo buscamos. Con lo cual siempre nos llevamos bien.
Noticias: Los dos son artistas, ¿se consultan acerca de temas creativos?
Vicentico: Como cualquier pareja. Más que consultar, podemos comentar. A veces las consultas sirven, a veces lo que te dicen no cierra y a veces cierra perfecto. Vale me dio ideas muy buenas que usé, y otras que no.
Noticias: Hizo el tema de “Viudas”, la película que ella acaba de estrenar.
Vicentico: Sí, muchas veces hemos trabajado juntos, nos gusta y nos potencia. Tampoco lo hacemos muy seguido, por ahí si lo hacés todo el tiempo es distinto.
Noticias: En las fotos que incluye el disco usted aparece usando una peluca. Y en una nota dijo que era una referencia a la Presidenta. ¿Es así?
Vicentico: No, me parece que...
Noticias: ¿Fue una tergiversación?
Vicentico: Sí, una tergiversación bastante...
Noticias: Fue una nota que dio en México.
Vicentico: Ah, bueno, yo pude haber hecho ese chiste... Digamos que hay varios personajes en el sobre interno del disco. Uno es una mujer que bien podría ser Cristina, pero no es.
Noticias: ¿Y por qué podría ser? ¿Con qué tiene que ver?
Vicentico: Con el ímpetu y con la vida vivida.
Noticias: ¿Una mujer fuerte?
Vicentico: Fuertes son todas las mujeres. Todas las personas son fuertes. Tiene más que ver con lo vivido... igual, es una cosa que no tiene mucho sentido, porque no es cierto.
Noticias: ¿Qué cosas lo enganchan de este Gobierno?
Vicentico: Es un momento difícil para expresar mi opinión, porque desconfío mucho. No de los periodistas en general, sino de la situación; realmente me chupa un huevo todo y no estoy en situación de exponerme a decir nada, no porque no me importe o no tenga una posición tomada, sino porque me imagino todo lo que puede pasar. Si digo que no quiero opinar sobre política, lo que se lee es “el tipo no se juega” o “no está comprometido” o “tiene miedo”, y no es ni una cosa ni la otra. No me gusta participar de juegos que me son ajenos. Por supuesto que puedo opinar, lo que me gusta de Cristina es su cara. Es como yo la veo a ella. Y voy a decir una cosa muy incorrecta, yo puedo votar por las caras. Algunos dicen “yo voto un proyecto”, y yo si voy a votar, lo hago por lo que creo de la persona. Mi percepción íntima es que ella está bien, eso es todo lo que puedo decir. Todo lo demás puede ser utilizado en mi contra (ríe).
Noticias: Habla de un momento difícil, ¿le achaca la culpa al periodismo, como hacen muchos?
Vicentico: Es culpa de todos. No sé culpa de quién es. Los periodistas son personas que también vibran. Todos tenemos responsabilidad, todos deberíamos incluirnos. El Gobierno, los medios, todos, entramos en una equivocación total. En otros lugares uno puede decir “mi posición es esta” y no vienen a decirte “estúpido”, “infeliz”, “ladrón”.
Noticias: La gente lo sigue acompañando, ¿cuál es la clave de su permanencia?
Vicentico: Me dedico mucho a hacer canciones que sean bonitas y que puedan lograr que al otro le pase algo con eso en algún momento. Cuando digo que me dedico, es que me dedico con mucho cariño.
Noticias: ¿Qué le parece la posibilidad de que se despenalice la marihuana?
Vicentico: Me parece muy bien. La pregunta que me haría es por qué una planta está penada por la ley. Qué hay adentro de esa planta que crece que hace que todo el mundo se agarre tanto de los pelos. ¿Por qué hay gente que se pone nerviosa si se habla de que esa planta sea legal? Una planta no puede ser legal ni ilegal, es una cosa que crece de la tierra. Si se despenaliza la tenencia y el cultivo, creo que vamos a dar un paso muy interesante.
Noticias: ¿Tiene en mente volver a actuar?
Vicentico: Y, depende de las propuestas, por el momento no soy capaz de generar un proyecto. La fantasía siempre está, pero no sé si tengo el talento porque nunca lo hice, tal vez me doy cuenta de que sí o que soy un desastre, pero no tengo tiempo... Dependo mucho de que a alguien se le ocurra que puedo actuar en una película, y ahí depende de lo que me proponga. Me encantaría que me llamen.
Noticias: Muchas canciones del último disco, sin embargo, están pensadas como escenas.
Vicentico: Me gusta mucho, mucho, el cine, entiendo del tema. Con humildad lo digo. Vengo de familia de actores, mi viejo, mi vieja, mi esposa... pero hacer una película es una epopeya tremenda. Llevar adelante un proyecto grande, con mucha gente y durante mucho tiempo, me da un poco de fobia. Bueno, podría, no sé, ahora que lo decís, me estoy convenciendo.
Noticias: Varias veces se mostró con pollera, ¿sigue usándolas?
Vicentico: De vez en cuando

Ver: http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=3415&ed=1810



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